viernes, 10 de mayo de 2013

MASTER OF PUPPETS - Metallica

El tercer disco de la banda californiana Metallicala, una obra maestra que bien merece ser considerado como el mejor trabajo que han publicado, uno de los más importantes de la historia del metal y del sonido de los 80 en general.

Son grandes las cifras que acompañan a este disco publicado por Elektra en marzo de 1986, pero aún mayores son los méritos que debemos reconocerle, tras la enorme influencia que ha ido dejando.
Tras la primaria brutalidad de Kill ´Em All , y el nexo de unión en que se convirtió Ride the Lightning, Master of Puppets supone alcanzar la cota de perfección más alta para el género del thrash metal.
La fuerza bruta del primero y el coqueteo con los pasajes melódicos del segundo se combinan esta vez de la forma más perfecta posible, gracias a la madurez que el cuarteto ha adquirido con los años de estudio y carretera. Y para muestra, un gran botón: ‘Welcome Home (Sanitarium)’, una canción de fuerte conceptualidad, que tomando como inspiración la novela ‘Alguien voló sobre el nido del cuco’, de Ken Kesey, diserta sobre enfermedad mental.
Ha llegado el tiempo de los grandes himnos de Metallica, las canciones de dimensiones mastodónticas que constituyen cada una de ellas un referente en sí mismas. Pocas debilidades se le pueden achacar a un disco donde cada una de sus canciones, sin excepción, es calificable como mínimo de sobresaliente, siendo además prácticamente imposible determinar una de ellas como la mejor.
Probablemente, la más reconocible sea la que da nombre al álbum, y cuyo riff fue nombrado por la conocida revista ‘Total Guitar’ como el número uno en su lista de los 100 mejores de todos los tiempos, según el número publicado en marzo del pasado 2007. Otro ejemplo nos lo brinda la revista ‘Q Magazine’, quien puso a este tema en lo más alto de sus 100 mejores canciones de guitarra de todos los tiempos.
La descomunal sección instrumental que se erige en esta canción es un buen ejemplo del nivel de complejidad que alcanzan las composiciones de este elepé, aunque podemos encontrar otros ejemplos igualmente válidos, como el de ‘Leper Messiah’ o ‘The Thing That Should Not Be’. Una vez más, nos encontramos con que todo en este disco es destacable.
Pero si hemos de hablar de secciones instrumentales, una vez más me veo obligado a encumbrar la labor al bajo de Cliff Burton, quien con ‘Orion’ nos regaló su último gran solo a los mandos de este instrumento. Una nueva obra maestra que inevitablemente nos retrotrae al álbum debut de la banda y a ’(Anesthesia) Pulling Teeth’.