Hay que ser muy grande para versionar una canción de The Beatles y hacerlo mejor que el mágico cuarteto de Liverpool. Lo consiguió Joe Cocker con ‘With a little help from my friends’ (Con una pequeña ayuda de mis amigos), escrita por John Lennon y Paul McCartney para el album ‘Sgt. Pepper’s lonely hearts club band’
de 1967, donde fue cantada por Ringo Starr, nada habitual a la hora de poner voz a las producciones de los dioses del pop. Inicialmente la obra fue titulada ‘Bad finger boogie’, ya que supuestamente Lennon tenía un dedo
roto mientras la componía al piano.
‘With a little help from my friends’, que reproduce una conversación entre un grupo de gente, fue personalizada por Cocker en 1969 con esa voz imperial que desgarra
cualquier sentimiento. Una reestructuración total del original, con un ritmo más lento y una larga introducción instrumental permitió, en mi opinión, mejorar algo que parecía inmejorable. Ese tono negroide de su garganta,
esa imitación no reconocida de Ray Charles, ese coro que recuerda al ‘Hit the road Jack’ del mítico cantante ciego….
Aunque en los tiempos en que salió al mercado ya pegó un aldabonazo tras la interpretación que Cocker hizo en el festival de Woodstock, las nuevas generaciones la
han recuperado al ser elegida esta canción como el tema de cabecera de la serie televisiva nortamericana ‘Aquellos maravillosos años’.
John Cocker es natural de la localidad inglesa de Sheffield, donde nació en 1944. Con quince años ya dio sus primeros pasos en la música con la formación de varios
grupos y hasta llegó a grabar con distintos nombres. Pero no fue hasta 1964, al ser captado por una discografíca grande, cuando pudo dedicarse por completo al mundo de la canción y abandonar su trabajo en una gasolinera.
Le costó llegar al éxito. Lo alcanzó precisamente gracias a su interpretación de ‘With a little help from my friends’, que llegó al número uno como dos años
antes lo hizo la versión original de The Beatles. Luego destacaron sus participaciones en los grandes festivales de la época y giras interminables.
Y así entró en los setenta, la década de su confirmación con obras que siempre obtuvieron éxitos de crítica y público a pesar de que por un tiempo tuvo que tomarse
un respito por un problema como las drogas y el alcohol, su eterno acompañante.
De nuevo volvió a lo más alto de los hit parade con la interpretación que realizó junto a Jennifer Warner de ‘Up where we belong’, tema central de la película
‘Oficial y caballero’, que protagonizaron Richard Gere y Debra Winger. Se aferró al filón de las bandas sonoras y ‘You can leave your hat on’ pasó a ser el himno por antonomasia del erotismo gracias a Kim Bassinger
en ‘Nueve semanas y media’.
Los ochenta siguieron con trabajos con gran peso específico y en los noventa tampoco decayó su progresión. En el nuevo siglo, su edad y sus problemas con la botella,
le obligaron a bajar su ritmo. Sus apariciones se distanciaron, pero nunca ha defraudado a nadie.