Compositor, cantante, autor, actor, activista- Gordon Matthew Thomas Sumner, más conocido como Sting, ha sido aclamado en todas esas facetas por todo el mundo. Nació en Newcastle, Inglaterra para trasladarse a Londres en 1977 donde formó The Police junto a Stewart Copeland y Andy Summers.
El grupo sacó 5 álbumes, ganaron 6 premios Grammy y en el 2003 fueron inducidos al Rock and Roll Hall of Fame. “La caja colección y el disco doble best of 25 years han salido a la venta recientemente. Sting 25, la APP
gratis de iPad, ya se puede conseguir en iTunes y contiene actuaciones exclusivas con “all Stars” de su concierto benéfico celebrando su 60 cumpleaños, además de exclusivas entrevistas, fotos, videos y mucho más.”
Desde 1985, Sting ha sacado 13 álbumes en solitario y ahora está celebrando su 25 aniversario como artista después de la separación de The Police. Es uno de los artistas más respetados y galardonados del mundo, ha vendido alrededor de 100 millones de discos, ha Ganado 10 Grammy, un Golden Globe, un Emmy y ha sido nominado 3 veces a los Oscar.
Desde 1985, Sting ha sacado 13 álbumes en solitario y ahora está celebrando su 25 aniversario como artista después de la separación de The Police. Es uno de los artistas más respetados y galardonados del mundo, ha vendido alrededor de 100 millones de discos, ha Ganado 10 Grammy, un Golden Globe, un Emmy y ha sido nominado 3 veces a los Oscar.
Desde que en 1984, cuando el grupo estaba en la cumbre de su popularidad, decidiera finiquitar su aventura con Police, Sting no ha dejado de perseguir el reconocimiento
tanto de músicos como de aficionados a la música seria y la alta literatura. Así lo evidenció su primer paso en solitario, cuando le tomó prestada a Miles Davis su banda de acompañamiento al completo, alguno de sus coqueteos
con el jazz (disco con Gil Evans) o sus incursiones en la música renacentista como el disco de temas de John Dowland, que editó en el sello Deutsche Grammophon.
Él mismo ha defendido sin complejos la seriedad de su propuesta y por más que entre la crítica del rock su ambición de ampliar los márgenes del pop con ropajes
jazzísticos, clásicos o étnicos haya sido calificada de pretenciosa y artificiosa, de grandilocuente y pomposa, sus propios seguidores han asumido su discurso hasta convertirlo en icono de starlet respetable. Sting se ha
sentido cómodo siendo el artista pop predilecto de las almas sensibles, la música moderna de la que no tienen que avergonzarse aquellos aficionados capaces de disfrutar de las sutilizas de Shostakóvich o Debussy. De modo
que solo era cuestión de tiempo que llegara algo como Symphonicities, una revisión de sus más célebres composiciones en clave sinfónica.
Y con estos antecedentes, tampoco sorprenderá a muchos que haya sido precisamente una institución como el Milenio del Reino de Granada, ajena a la nueva dirección
en la que parece soplar el viento en tiempos de crisis, cuando los grandes eventos fugaces inician su línea descendente en beneficio de programaciones de larga duración e inversiones más razonables, la que, disparando con
la pólvora de rey de la que no dispone, se haya apuntado el tanto de traer a Sting a nuestra ciudad. Tal para cual. Ninguna de estas consideraciones impidió, no obstante, a los más de siete mil engalanados asistentes disfrutar
de la impecable interpretación del lustroso repertorio del inglés, vestidos de gala por la OCG bajo la batuta de Chelsea Tipton. Y al tiempo comprobar el magnífico aspecto de un Sting que a punto de cumplir los 60, se conserva
tan fibroso y atractivo como hace veinte años.