Guadalupe
Plata
(2015),
el trío de Úbeda, Jaén, han editado su tercer disco largo
publicado
el 16
marzo de
2015,
como todos los anteriores no lleva título. El
álbum ha sido grabado en el estudio Toerag de Liam Watson, donde los
White
Stripes grabaron su rompedor “Elephant”,
y suena más que nunca a Guadalupe
Plata,
con el explosivo poder pero también el dominio de registros, del
aire y del espacio que les caracteriza. Con más flechas que nunca en
su aljaba, el trio respira blues, rock y aires flamencos como de
costumbre, pero añaden delirio glam, rockabilly, influencias de
Morricone, Charlie Parker, Howlin’ Wolf o Johnny Burnette para
marcar un incontestable álbum de rock moderno.
Su
tarjeta de presentación es “Calle 24”, ya
sabemos “qué se siente al matar a un gatito”, o al menos ya nos
hacemos una idea más clara un tema que te guía por el camino que
marcan a lo largo de todo su LP. El tema en cuestión viene
acompañado de un vídeo
francamente impagable, ideado por la artista visual Beatriz Sánchez,
que presenta la canción en clave de terror serie Z, vale
la pena hacer clic.
Se
edita en tres formatos, aunque sin duda, los mejores son el LP-vinilo
y su edición limitada, con la que te regalan un 7”, La
vasija.
Un regalo fantástico para los amantes de la buena música. Déjate
conquistar por un sonido diferente.
El
álbum se abre con “Tormenta”.
Un charles repetitivo abre camino a una tímida guitarra durante la
primera parte del corte. Podríamos decir que es una introducción al
disco. Luego, la canción rompe. El disco se abre ya con innovaciones
e introducción de nuevos instrumentos, como el piano. En “Huele
a
rata”
volvemos a escuchar este instrumento. Pedro se desgañita con su
peculiar timbre iracundo, colérico, rabioso y frustrado. El tema
deriva en una maraña de sonidos que no sabes por donde atacan,
mezclados caóticamente. Un viaje por terrenos áridos que te dejará
sin aliento.
“Calle
24” salió como single de adelanto del álbum. Una
percusión destructiva y machacante y el bajo barreño que actúa más
como un instrumento de percusión que de cuerda dan forma al tema
mientras Perico recita dicha la canción popular. Niños zombies,
apariciones y fantasmas jugando al juego de las palmas afloran en
nuestra imaginación.
“Hoy
como
perro”
es, sin duda, uno de los mejores cortes del trabajo, pese a durar
menos de dos minutos. Las más puras raíces de Robert Johnson, John
Lee Hooker o Elmore James son reproducidas por la guitarra de Pedro.
Un tema muy pegadizo, atrevido y tremendamente bailable. De nuevo,
letras al más puro estilo Guadalupe Plata: “He rodado y rodado,
el diablo se fue… Hoy como perro, y mañana también…”.
“Hoy
han llovido serpientes negras, hoy me mordieron serpientes negras…
Un ruido te molesta, el humo sube a mi cabeza…” cantan en
“Serpientes negras”,
otro de los filones del LP. El sonido amazónico tan característico
de la guitarra de Perico aparece en su máximo esplendor.
Más
sonidos amazónicos en “Filo de
navaja”
crean una atmósfera húmeda, espesa, viscosa, escalofriante. Un tema
instrumental muy bien traído con la incansable percusión de Carlos
y una guitarra repleta de melodías, llegando a tonalidades árabes
que evocan la flauta de un encantador de cobras. La “Mecha
corta”
ya está encendida, no hay vuelta atrás, la explosión es inminente
y llega a los pocos segundos de empezar la el corte. El bajo barreño
danza ardiente sin importarle las consecuencias. La guitarra de
Perico le da una tregua al blues, acercándose a un psicobilly
imparable. Otro tema bailable e hipnótico que te sumergirá en una
nube masticable y sabrosa.
“Agua
turbia”
está plagada de misteriosas percusiones: cencerros, timbales,
cascabeles y una especie de caja china. Se incluyen además arreglos
propios de una película de terror. Un tema instrumental que suena a
ritual, a magia, a entierro. Una canción lenta, que te sorprenderá
cada instante con sonidos de ultratumba.
“Hueso
de
gato
negro”
es una explosión de sonido sin compasión. Un sonido no tan cercano,
pero al mismo tiempo no tan lejano a la esencia Guadalupe nos
embriaga. Son y no son ellos. No es ese blues martielleante suyo tan
característico. Es un sonido realmente renovado pero con su sello
bien marcado. Algo parecido pasa con “El
paso
del
gato”,
otro corte instrumental hechizante.
“Tengo
el diablo en el cuerpo, me atormenta el deseo, me abrasa la fiebre,
de tu amor…” predican en el tema de despedida, “Tengo
el
Diablo en
el
cuerpo”.
Es un corte de tempo lento y lleno de recursos que majestuosamente
ejecuta Pedro a base de slide, acoples y palanca. Añade además sus
inconfundibles alaridos, que en este caso nos llegan a recordar al
almuecín cuando hace la llamada a la oración, presenciable en su
Andalucía natal.
Rock
sucio garagero con aires punk’s y surferos, toda una combinacion de
musica de carretera. Verdadero rock and roll cargado de raices.
-
Tormenta
– 04:35
-
Huele
a rata – 03:03
-
Calle
24 – 03:14
-
Hoy
como perro – 01:43
-
Serpientes
negras – 02:43
-
Filo
de navaja – 04:20
-
Mecha
corta – 02:49
-
Agua
turbia – 03:17
-
Hueso
de gato negro – 05:36
-
El
paso del gato – 03:56
-
Tengo
el Diablo en el cuerpo - 04:32
-
Pedro
de Dios: guitarra y voz.
-
Carlos
Jimena: batería.
-
Paco
Luis Martos: bajo, contrabalde y guitarra.