Monuments
to an Elegy
es el noveno álbum de estudio de rock alternativo de la
banda América Smashing
Pumpkins, publicado el 9
de diciembre de 2014 por
la
discográfica BMG.
El
líder
de banda Billy
Corgan ha señalado, que similar a su
anterior disco
de Oceanía,
el álbum también es parte de su proyecto Teargarden
por Kaleidyscope, que
aún se encuentra en curso.
Justo
cuando casi nadie daba un duro
por el "grupo", aparece "Monuments to an elegy"
para recordarnos que un genio, aunque esté en apuros, sigue siendo
un genio. A partir del powerpop de “Tiberius”, guiado por una
guitarra con un zumbido muy Rivers Cuomo, la ansiada rehabilitación
creativa de Corgan
por fin entra en marcha. Atrás quedaron los delirios progresivos de
Oceania
(2012),
los 32 minutos que dura el álbum, repartidos en apenas nueve
canciones, sorprenden por su concisión y economía, términos recién
incorporados al vocabulario de un músico famoso por su pomposidad.
“Monuments
to an Elegy” nos anuncia lo que aún esta
por
venir, siendo parte de un proyecto en curso. Un álbum donde Billy
Corgan
se ha dejado llevar por su fluidez creativa y el resultado es más
que obvio. Las canciones de este trabajo expresan con gran énfasis
un estado sentimental y emocional que fluye por todos los poros, en
el que además Tommy
Lee,
batería de Mötley
Crüe,
ha puesto su hacer con este instrumento en varias de las canciones. Y
aunque el uso de la música electrónica y sintetizadores, claramente
tangible en algunas de estas nuevas canciones, pueden parecer para
algunos de los rockeros más exigentes un deterioro en los sonidos
más puristas, decir que “Monuments to an Elegy” ha sabido
encajarlos muy bien sin abusar de ellos, dando un toque muy elegante
y
personal.
jenesaispop.com
”Monuments
To An Elegy” es breve, conciso, con nueve temas que andan entre los
tres y cuatro minutos de duración y un sonido que en algunos
aspectos (como la luminosidad de los temas y el tono de las
guitarras) supone una continuación de "Oceania", pero se
olvida casi por completo de la psicodelia en favor de la electrónica,
elemento que cobra un peso importante en el álbum. No caben
demasiadas referencias a "Adore" (1998), pues aunque aquel
trabajo también tenía un fuerte componente electrónico el sonido
en general era mucho más oscuro, mientras aquí hay mucha más
positividad y brillo, como si Billy hubiese querido recordar aquella
época en la que acompañó a New
Order en directo. Además, hay un interés por crear canciones
redondas, en contraposición a la densidad que en ocasiones gobernaba
a su predecesor. Sin llegar al synth-pop, los sintes y bases
electrónicas son omnipresentes en gran parte de estas canciones,
unas veces haciendo de colchón o como filigranas sonoras, como en
"Monuments", "Being Beige" o "Tiberius",
y otras más al frente, como en "Dorian".
-
Tiberius
– 3:02
-
Being
Beige – 3:39
-
Anaise!
- 3:33
-
One
and All (We Are) – 3:44
-
Run2me
– 4:08
-
Drum
+ Fife – 3:54
-
Monuments
– 3:30
-
Dorian
– 3:45
-
Anti-Hero
- 3:20
-
Billy
Corgan - voz, guitarra, bajo, teclados y sintetizadores
-
Jeff
Schroeder – guitarra
-
Tommy
Lee - batería